27/12/96 MAJOR Y AZNAR QUISIERON MOSTRAR MÁS UNIÓN QUE DIVERGENCIAS Los jefes de Gobierno británico y español quisieron mostrar que era más lo que les unía que lo que les separaba y expresaron su voluntad de profundizar en los acuerdos existentes, avanzar hacia otros nuevos e intercambiar puntos de vista sobre los que mantienen diferencias. "Fue un placer recibir a José María Aznar como presidente del Gobierno español. La naturaleza, el tono y el contenido de la reunión han sido muy satisfactorios. Espero con agrado las próximas reuniones que celebremos para trabajar conjuntamente", manifestó Major. "No olvidaré nunca cuando Major me acogió como líder de la oposición. Él conoce mi deseo de establecer relaciones de mayor confianza entre España y el Reino Unido. Hoy hemos trabajado seriamente para establecer el marco en el que los problemas pueden encontrar soluciones", añadió Aznar. En este sentido, el jefe del Gobierno español afirmó que hasta la solución al contencioso de Gibraltar puede avanzar si se plantea "en sólidas relaciones de amistad". Para Aznar, "no hay que enredarse en problemas políticos por importantes que sean". Aznar mostró su satisfacción porque estos encuentros y reuniones sobre Gibraltar se planteen con el objetivo de que haya "más confianza" entre España y Gran Bretaña. "Hemos trabajado hoy seriamente para ello", afirmó el jefe del Ejecutivo, quien resaltó la utilidad de su reunión con Major "para el tratamiento de problemas", tanto en los asuntos en que hay acuerdo, "que son muchos" como en los que "tenemos que hacer un esfuerzo para llegar a él". Tras agradecer la hospitalidad y la acogida de John Major, Aznar explicó ante la prensa que las conversaciones sobre Gibraltar, dentro del proceso de Bruselas, constarán de una reunión de funcionarios y un encuentro entre los ministros de Asuntos Exteriores, previsto para finales de enero de 1997. Major destacó que "existe una relación madura en la que discutimos también los puntos de desacuerdo como Gibraltar y las cuotas comunitarias de pesca, que nos preocupan". En esta comparecencia ante la prensa, el primer ministro británico también se refirió a las relaciones bilaterales para destacar la intención de ambos gobiernos de "estrechar la colaboración en cuanto a asuntos europeos" comunes. Major destacó el desarrollo de España "que la ha convertido en una de las potencias industriales europeas" y se mostró favorable a incrementar el intercambio entre ambos países. Tras despedirse de su anfitrión, el presidente del Gobierno español se dirigió a la embajada de España donde le esperaba el líder del Partido Laborista, Tony Blair, a quien las encuestas situaban como próximo inquilino del 10 de Downing Street si como, todo parece indicar, ganara las elecciones en 1997, después de 17 años de Gobierno conservador.